Un intelectual, un sicario y una basílica
En esta oportunidad, la Cartografía literaria reseña un fragmento de la novela La Virgen de los sicarios, escrita por Fernando Vallejo Rendón. En esta obra se retratan algunas de las circunstancias de la Medellín de la década de 1990, en especial, las relacionadas con la violencia derivada del narcotráfico.
«Cuando el incidente íbamos para la Candelaria y para la Candelaria seguimos, sin más preámbulos, en el tropel. Esta iglesia es la más hermosa de Medellín, que tiene ciento cincuenta y que las conozco yo: cien con Alexis, esperando a veces horas enteras a que las abran. Pero la Candelaria nunca la cierran. Tiene a la entrada en la nave izquierda un Señor Caído de un dramatismo hermoso, doloroso, alumbrado siempre por veladoras: veinte, treinta, cuarenta llamitas rojas, efímeras, palpitando, temblando, titilando rumbo a la eternidad de Dios. Dios aquí sí se siente y el alma de Medellín que mientras yo viva no muere, que va fluyendo por esta frase mía con los cientos y tantos gobernadores que tuvo Antioquia, a tropezones, como don Pedro Justo Berrío, quien sigue afuera, en su parque, en su estatua, bombardeado por las traviesas e irreverentes palomas que lo abanican y demás. O como don Recaredo de Villa a quien, apuesto, usted no ha oído ni mencionar. Yo sí, lo conozco. Yo sé más de Medellín que Balzac de París, y no lo invento: me estoy muriendo con él».
Los personajes principales son Fernando, un intelectual maduro, y Alexis, un joven sicario, que entablan una relación amorosa a través de la cual el primero redescubre una ciudad que había abandonado años atrás. A lo largo de sus páginas, Fernando, quien narra en primera persona, acompaña el relato de su amorío con el sicario con digresiones sobre la muerte, la religión, el Estado colombiano, entre otros temas, con mirada crítica, incluso, pesimista, sobre la sociedad colombiana.
En esta cita se hace referencia a la Basílica Menor de Nuestra Señora de La Candelaria, considerada la primera parroquia de la ciudad. Se tiene constancia de su existencia desde 1649. Fue catedral de la Arquidiócesis de Medellín entre 1868 y 1931. En 1998 fue declarada Monumento Nacional de Colombia. Está ubicada en la comuna 10-La Candelaria, contigua al Parque Berrío (calle 50 nro. 49 112).
Título: La virgen de los sicarios
Autor: Fernando Vallejo (1942)
Editorial: Alfaguara
Año: 1994
Página: 48