Desvanecer
Cuando llegué esa mañana a la oficina, el mundo era para mí una moneda gastada, un objeto manoseado que había perdido el brillo. Claro, y es que hacía apenas algunas semanas había enterrado a mi papá, en uno de esos días soleados que nos hacen sudar hasta la tristeza. De mi papá sólo diré que me enseñó que la vida es como un avión de papel que uno mismo construye, refina y echa a volar con destino azaroso. Destino que se escapa de nosotros.
Los valientes
Nos recogieron de casa en casa y nos llevaron a La Mayoría. Allí requirieron al jefe, entonces anunciaron que iban a matarnos de a dos...
Madre
Sexto día. Apenas desperté, llamé a casa. Entredormida, Blanca me contó que ya no sabía cómo acomodarse, el bebé se movía demasiado y eso que le faltaban dos largos meses.
Palabras e Imágenes
En su propósito por articularse con las diferentes iniciativas que promueven la lectura y la escritura en la ciudad, NÚMERO CERO publica en esta edición las ilustraciones y los cuentos ganadores (y algunas menciones de honor) del concurso Palabras e Imágenes 2023 de la Fundación Haceb.
Último movimiento
Cinco de la tarde. Desde que firmaron el contrato, el patrón se aseguró de dejarle bien claro que, en una escala de uno a diez, donde uno era el portero y diez el administrador del bar, su opinión de músico novel valdría lo que el rollo de papel higiénico en el baño. Punto final y sin vuelta de hoja —muy literal él—. Así las cosas, ¿qué más le daba a Joan seguir repitiendo el repertorio? Anclarse a las partituras «de la casa» era un efecto colateral que él aceptaba, en aras de la posibilidad de cualquier encuentro furtivo con Rosana —además de papel, el baño ofrecía otras bondades que el patrón no consideró en su advertencia—.
La Hidra
La noche ha sido larga y fría, no me he dormido aún a pesar de que mi cabeza cayó sobre el escritorio. Una vez más el cansancio me ha dejado lejos de la cama. Escucho unos pasos suaves acercándose a mí, ¿estaré soñando?
Allá afuera
La noche se había adelantado, como suele suceder en los días lluviosos. La luz de la luna estaba eclipsada por las nubes y en la lejanía solo eran visibles los brillos titilantes de las fincas vecinas. Desde la sala de la casa, Luisa terminó su copa de vino, se alejó de la ventana y puso otro madero en la chimenea.
La sonrisa de Boris
Boris es un inútil, gracias a eso presume sonriente de la libertad que poseen los buenos para nada. Vive libre del yugo de una mujer, de un jefe y de la necesidad de relacionarse con la gente.
Goteras
—Toda gotera es discreta hasta que ya nada puede detenerla. El agua sabe ser paciente, no tiene prisa, se acumula, suma fuerzas, y entonces emerge: primero, imperceptible; luego, molesta y, finalmente, caótica.
Lugar común
Siempre me gustaron esos pedazos de tiempo suspendido.
Voy en un bus que se dirige a tu encuentro y me acerca a donde tú estás. El bus no sabe que te persigue. Que me lleva en su barriga, que yo soy un pasajero pensando en ti.
A tiempo
Con la mirada cruda, Ana gastaba los últimos minutos del atardecer. Gusanos de agua se deslizaban desde la cornisa del ventanal: ya difuminaban las lucecitas de la pista que poco a poco, con la agonía del día, se iban confundiendo con las estrellas.