En el canon de la narrativa antioqueña, sobre todo la de finales del siglo XIX y principios del XX, se estableció la importancia de la relatoría de historias para los habitantes y la cultura de la época, entendiendo el relato como parte de la tradición oral, que tiene en cuenta la canción, la poesía, la copla popular, el himno y las construcciones en rima que tienen en cuenta lo religioso, lo moral y lo civil, y todo eso como parte de la literatura fundacional, alimentando los textos iniciáticos.