¡Conoce cómo hacer parte de Número Cero!
—Hola, se ha comunicado con Haceb, servicio al cliente. Habla Laura. ¿Cómo puedo ayudarle?
—Es la estufa, el extractor de aire no funciona, el filtro está saturado de sus risas. Y las hornillas, están cubiertas de una gruesa capa de sal de mis lágrimas, no puedo cocinar nada en ellas sin recordar las recetas que preparábamos juntos. ¡Y ni hablar del horno! Nada más abrirlo, su presencia se esparce por toda la cocina, llenándola con su aroma. Señorita, ¿hay algo que se pueda hacer?
La operadora suspiró.
—Los problemas que reporta parecen estar causados por uso inadecuado de nuestros productos, por favor revise el manual del usuario que acompaña cada uno de ellos. Igualmente, le recomiendo frost considerar nuestra nevera Siberia no de doscientos setenta litros, tecnología que conserva por más tiempo. Si guarda las sobras de esos recuerdos en ella podrá abrir espacio para nuevas recetas. A mí me funcionó muy bien.
Gracias por llamar a Haceb. Esta llamada está siendo grabada y monitoreada para garantizar la calidad en el servicio. Y, por cierto, Juan, deje de ser tan cursi, y no vuelva a llamarme al trabajo.
Ganador Primer Puesto Categoría Adultos
César Mauricio Pachón Meneses
44 años
El Retiro, Antioquia
En la casa de Toñito y Marcela García solamente había un libro. Era el cuento de un gran oso que iba por el bosque juntando a sus amigos y pidiendo ayuda para alcanzar un altísimo panal de abejas.
Cuando el niño se aprendió la historia de memoria, la madre tuvo que buscar cómo renovarla:
Dejó el libro una noche en la nevera. Entonces ahora contaba sobre un gran oso polar que quería subirse a un pino para tocar las estrellas.
Con un rato en el horno, fue la de un panda en la selva tropical, que tenía el deseo de mirar el curso del río desde lo más alto del bambú.
Pero las historias eran, en el fondo, la misma. Y Toñito lo notaba rápido.
Entonces Marcela metió el libro en la lavadora. Después de la gran sacudida que le dio el aparato, todo quedó tan revolcado y lleno de agua que ahora hablaba sobre marineros, viajes y piratas.
Toñito disfrutaría esa versión varios meses. Pero la mamá, encantada con esta forma de crear historias, se moría de curiosidad por saber lo que pasaría al poner el libro en la licuadora con fruta y azúcar.
Ganador Segundo Puesto Categoría Adultos
José Luis Pemberty Tamayo
27 años
Envigado
Lucía vivía sola en una cabaña. Una noche, cuando iba a dormir, escuchó ruidos en la sala, pero los ignoró. Al día siguiente, se extrañó de no encontrar algo raro en la sala, pensó en colocar cámaras.
Después, revisó las grabaciones y notó que los electrodomésticos cobraron vida. Encontró que la nevera era fría y despiadada, la licuadora fuerte y filosa, la radio escuchaba todo a kilómetros de distancia, por último, el celular, quien era el rey tirano de todos ellos. Planeaban conquistar el mundo, se llamaron Electromaléficos, estaban cansados de que los humanos los utilizaran y en poco tiempo los desecharan por nuevas versiones.
Se hicieron gigantes, dominaron el mundo, hasta que llegó un joven nacido en una isla remota.
Cierto día exploró el mundo, notó que la humanidad estaba sometida por los Electromaléficos, entristeció al ver que la naturaleza estaba por desaparecer. Se armó de valor, decidió enfrentar al celular, épica batalla, en el último suspiro este joven lanzó una cubeta de agua al dispositivo, haciendo que todo su sistema operativo colapsara. Como todos los Electromaléficos estaban en red con él, terminaron apagándose y de esta manera el mundo volvió a convertirse en el planeta azul que conocemos.
Ganador Categoría Infantil
Andrés Felipe Quiroga Ortiz
11 años
Cachipay, Cundinamarca
Era vieja, pero la compré, la instalé y, cuando fueron a usarla, le di un vistazo: fue entonces cuando vi la vida, la existencia misma, el tiempo y las arenas de su desierto girando en una abrumadora fuerza centrífuga que agitaba los días y los años con violencia. Casi de forma cíclica.
En ella encontré vestidos de bodas que se iban deteriorando, como seda que mutaba en polillas blancas y suaves; zapatos de bebé que ya tenían manchas de tanto abandono; billetes olvidados en bolsillos de pantalones que rápidamente se reducían a nada por los turbulentos giros; pantalones cada vez más anchos porque la barriga crecía con la edad; camisas elegantes que en algún momento serían regaladas porque con la jubilación nadie las usaría; viejos suéteres de lana que lentamente se iban deshaciendo en hilos tristes y solos, que se rompían y enredaban en la ropa más nueva, e incluso una maloliente sábana blanca que se movía entre las cosas, como un fantasma famélico que agarraba los años con sus húmedos tentáculos de tela.
Hubiera seguido viendo la vida hasta que se apagara, pero mi esposa dijo de repente:
—¿Tiene algo la lavadora?
Y entonces los ciclos se detuvieron.
Ganador Categoría Juvenil
Pablo José Rivas Soto
17 años
Medellín
—Mamá, ¿dónde están las llaves?
—Encima de la nevera.
—Mamá, ¿dónde está la plata para el algo?
—Encima de la nevera.
—Mamá, ¿dónde está el almuerzo?
—Se lo dejé en la estufa.
—Mamá, ¿dónde está la toalla?
—En la lavadora.
—Mamá, ¿dónde está el control?
—Al lado de la licuadora.
—Mamá, ¿dónde está papá?
—Se fue por cigarrillos…
Mención de Honor Categoría Juvenil
Luciana Oliveros Gallego
14 años
Medellín